quinta-feira, 21 de março de 2013

Dilma e sua campanha eleitoral







La presidenta de Brasil pudo haberse quedado en la embajada, pero prefirió el hotel ya que cree que facilita «la rutina de trabajo»
  
En su estancia en Roma para acudir a la Misa de Inauguración del Pontificado del Papa Francisco, Rousseff puso de manifiesto que el Gobierno de Brasil viaja a lo grande.

En lugar de acudir a la embajada del país en Roma, que es lo habitual en un viaje de este tipo, la comitiva en la que viajaban Dilma Rousseff, 4 ministros, guardaespaldas y personal de apoyo, eligió alojarse en un hotel de la ciudad.

La embajada brasileña se encuentra en una mansión situada en el centro de la capital y habría salido completamente gratis. Pero según publica el diario brasileño «Folha de Brasil», Rousseff reservó 52 habitaciones en un hotel de lujo e hizo uso de 17 coches en su estancia de 3 días en el Vaticano.

En este establecimiento, la noche se paga como mínimo a 700 euros y a 6.000 euros en el caso de la suite. Según un portavoz de la presidencia, esto se debe a que «así la rutina de trabajo es más fácil». Además, la representación brasileña en Roma carece por el momento de embajador.

ABC.ES@ABC_ES / MADRID


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