sábado, 17 de dezembro de 2016

"Não nos pode impor tudo isso, Santidade"



Colombia: presión del papa Francisco y legítima resistencia

1.
El viernes 17 de diciembre, la reunión del papa Francisco con el presidente Santos y el ex presidente Uribe en el Vaticano, para hablar sobre los llamados acuerdos de “paz” con los sanguinarios guerrilleros de las FARC, fue aparentemente sorpresiva y seguramente arriesgada.

2.
Convocatoria aparentemente sorpresiva, al menos para Uribe, porque según sus propias declaraciones el ex presidente fue convocado a última hora mediante llamada telefónica de un alto diplomático del Vaticano. Ni siquiera había pasaje disponible. Pero hubo quienes solucionaron el problema del pasaje casi “milagrosamente”. Entonces, Uribe mal tuvo tiempo para hacer su valija y embarcar hacia Roma.

3.
Convocatoria seguramente arriesgada para la diplomacia vaticana porque, según se deduce del comunicado de la sala de prensa de la Santa Sede, quedó demasiado nítido el “apoyo” de Francisco al mal llamado “proceso de paz” con las FARC. El pontífice habría alegado “la importancia del encuentro”, de la “unidad”,  de la “reconciliación”  y de la “educación al perdón”, todo lo cual sonó casi como un tirón de orejas y una reprobación al ex presidente Uribe así como a la mayoría de los colombianos que acaba de manifestarse contraria a ese “proceso”, en reciente plebiscito. 

4.
Hasta el momento no se conocen los entretelones de esa arriesgada jugada de la diplomacia vaticana para presionar las conciencias de los colombianos a favor del semi empantanado acuerdo con las FARC . Lo que sí se conoce es la tendencia nítidamente pro izquierdista del actual pontificado en el plano político, incluyendo lo que dice respecto a Cuba comunista, tal como se ha destacado documentadamente en numerosos editoriales de Destaque Internacional ( www.cubdest.org ). Entonces, esta intervención de Francisco en los asuntos colombianos difícilmente puede ser vista e interpretada fuera de ese contexto pro izquierdista.

5.

La pregunta delicada que surge es si los católicos colombianos que votaron contra los mal llamados “acuerdos de paz” con los narco guerrilleros pueden en sana conciencia discrepar y oponerse a lo que parece ser una nítida presión del pontífice.  La respuesta es afirmativa. En efecto, en asuntos políticos y diplomáticos el papa no es infalible. Por lo tanto, se puede discrepar de él, de manera respetuosa y fundamentada, ejerciendo una legítima resistencia moral y de principios. El propio Uribe se lo dijo con franqueza a Francisco: “No nos pueden imponer todo esto, Santidad. No puede haber odios, pero sí convicciones”.

Fonte: Destaque Internacional

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