FRANCISCO, LOS COMUNISTAS
Y LOS POBRES
El pontífice Francisco, en reciente
homilía en la Casa de Santa Marta, donde reside, lamentó que “tantas veces se
oye decir” de sacerdotes y hasta obispos que “son un poco comunistas”,
simplemente porque hablan mucho de la pobreza y la critican (Radio Vaticana,
Jun. 16,2015).
Con el debido respeto hacia el
pontífice, esos comentarios se oyeron y se oyen en América latina, pero no como
una crítica gratuita, sino con fundamento en una grave enfermedad en el
interior de los medios católicos latinoamericanos, que está lejos de haberse
superado.
En efecto, en las últimas décadas,
sacerdotes, obispos y hasta cardenales, influenciados por una teología de la
liberación de inspiración marxista, han hablado y continúan hablando de la
pobreza y de los pobres.
Lo hacen de una manera que no contribuye para
solucionar los problemas materiales y espirituales de los desposeídos. Y, de
esa manera, terminan transformándose en compañeros de ruta de quienes pretenden
implantar modelos sociales de inspiración comunista, que no hacen sino agravar
la situación de los pobres que alegan defender.
En la década de 1970 hubo tres casos
históricos latinoamericanos paradigmáticos de esa colaboración eclesiástica con
el comunismo: el Chile del socialista Salvador Allende, en el cual se destacó
por su radical procomunismo la figura del Cardenal Silva Henríquez; el Brasil
del cardenal Paulo Evaristo Arns, que intentó empujar a ese gigantesco país a
un sistema socialista similar al de su “queridísimo” Fidel Castro, con la
colaboración de sectores importantes del episcopado y del clero brasileño; y el
Uruguay de los tupamaros, con la figura “liberacionista” del arzobispo de
Montevideo, monseñor Carlos Partelli.
A esa lamentable trilogía se puede añadir
el caso de Cuba comunista, con el procastrista cardenal Jaime Ortega, hace 34
años al frente de la arquidiócesis de La Habana.
Numerosos libros y artículos, escritos
por estudiosos imparciales del tema de la llamada “izquierda católica”,
constatan de manera documentada esa realidad indesmentible.
En los sitios web www.pliniocorreadeoliveira. info y www.cubdest.org se puede acceder gratuitamente a
decenas de esos documentos de análisis y denuncia, algunos de ellos, en varios
idiomas.
Sobre el doloroso tema de la
colaboración con el comunismo latinoamericano por parte de sacerdotes, obispos
y hasta cardenales recomendamos, a modo de ejemplo:
La Iglesia ante la escalada de la
amenaza comunista (Brasil
)
Las comunidades eclesiales de base, de
las cuales mucho se habla y poco se conoce (Brasil)
La Iglesia del
Silencio en Chile (Chile)
Izquierdismo en la
Iglesia, compañero de ruta del comunismo (Uruguay)
Tres décadas de colaboración
comuno-católica en la isla-presidio del Caribe (Cuba)
El problema de la llamada “izquierda
católica” latinoamericana está lejos de haberse superado.
En ese contexto, una
declaración anterior del pontífice Francisco sobre la alegada existencia de
“marxistas buenos”; su reciente papel diplomático que contribuye a rescatar del
naufragio al régimen cubano; y su rehabilitación del emblemático teólogo de la
liberación Ernesto Cardenal, de Nicaragua; son algunos ejemplos que causan real
preocupación en las tres Américas.
Importante:
Estos apuntes de Destaque Internacional
son breves comentarios interactivos, de carácter oficioso, que no
necesariamente representan la opinión de todos los miembros de su consejo de
redacción. Los comentarios se destinan a llamar la atención sobre temas
“políticamente incorrectos” y que suelen quedar al margen, a pesar de que son
vitales para la sociedad.
Fonte: Apuntes de Destaque
Internacional. Jueves 18 de junio de 2015. Responsable: Javier
González.
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