Colombia: presión del papa
Francisco y legítima resistencia
1.
El viernes 17 de diciembre, la reunión del papa Francisco con el
presidente Santos y el ex presidente Uribe en el Vaticano, para hablar sobre
los llamados acuerdos de “paz” con los sanguinarios guerrilleros de las FARC,
fue aparentemente sorpresiva y seguramente arriesgada.
2.
Convocatoria aparentemente sorpresiva, al menos para Uribe, porque según
sus propias declaraciones el ex presidente fue convocado a última hora mediante
llamada telefónica de un alto diplomático del Vaticano. Ni siquiera había
pasaje disponible. Pero hubo quienes solucionaron el problema del pasaje casi
“milagrosamente”. Entonces, Uribe mal tuvo tiempo para hacer su valija y
embarcar hacia Roma.
3.
Convocatoria seguramente arriesgada para la diplomacia vaticana porque,
según se deduce del comunicado de la sala de prensa de la Santa Sede, quedó
demasiado nítido el “apoyo” de Francisco al mal llamado “proceso de paz” con
las FARC. El pontífice habría alegado “la importancia del encuentro”, de la
“unidad”, de la “reconciliación” y de la “educación al perdón”,
todo lo cual sonó casi como un tirón de orejas y una reprobación al ex
presidente Uribe así como a la mayoría de los colombianos que acaba de
manifestarse contraria a ese “proceso”, en reciente plebiscito.
4.
Hasta el momento no se conocen los entretelones de esa arriesgada jugada
de la diplomacia vaticana para presionar las conciencias de los colombianos a
favor del semi empantanado acuerdo con las FARC . Lo que sí se conoce es la
tendencia nítidamente pro izquierdista del actual pontificado en el plano
político, incluyendo lo que dice respecto a Cuba comunista, tal como se ha
destacado documentadamente en numerosos editoriales de Destaque Internacional ( www.cubdest.org ).
Entonces, esta intervención de Francisco en los asuntos colombianos
difícilmente puede ser vista e interpretada fuera de ese contexto pro
izquierdista.
5.
La pregunta delicada que surge es si los católicos colombianos que
votaron contra los mal llamados “acuerdos de paz” con los narco guerrilleros
pueden en sana conciencia discrepar y oponerse a lo que parece ser una nítida
presión del pontífice. La respuesta es afirmativa. En efecto, en asuntos
políticos y diplomáticos el papa no es infalible. Por lo tanto, se puede
discrepar de él, de manera respetuosa y fundamentada, ejerciendo una legítima
resistencia moral y de principios. El propio Uribe se lo dijo con franqueza a
Francisco: “No nos pueden imponer todo esto, Santidad. No puede haber odios,
pero sí convicciones”.
Fonte: Destaque Internacional
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